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Geografía
FÍSICA
Climatología - 6ª parte
Temperaturas y regímenes térmicos
l conocimiento de las temperaturas del aire es fundamental para cualquier estudio climatológico, sin ellas no se puede establecer una distribución de temperaturas, y por ende definir los fenómenos del clima.
Para reflejar las variaciones geográficas de temperatura se recurre a los mapas de isotermas. En éstas se vuelcan los valores de temperaturas medias y se unen todos los puntos con igual valor. Si lo que deseamos es una visión global de las temperaturas del planeta, se reflejan entonces las isotermas anuales; el resultado es una disminución de temperaturas desde el ecuador hacia los polos, y dentro de la misma latitud temperaturas más frías en los continentes que en los océanos, precisamente por las características ya comentadas de capacidad del mar para conservar mejor el calor con respecto a tierra.Precisamente, la diferencia entre los climas oceánicos y continentales puede ser apreciada conociendo la llamada amplitud térmica, consistente en la diferencia entre temperaturas medias más altas y más bajas de un mes o un año. Por ejemplo, si comparamos las temperaturas de los meses más extremos (enero y julio), se obtiene un conocimiento bastante exacto de la amplitud térmica, permitiendo así establecer los regímenes térmicos.
En una distribución de temperaturas mundiales, éstas disminuyen conforme nos desplazamos desde el ecuador hacia los polos. La amplitud térmica es mínima en el ecuador
Vientos y presiones
Comencemos por decir que el aire pesa, ese peso ejercido en columna sobre todos nosotros se denomina presión atmosférica, la cual se mide en milímetros o milibares; se refleja en los mapas del tiempo en forma de líneas de isobaras, es decir, líneas que unen todos los puntos de igual presión atmosférica.
La presión atmosférica es máxima al nivel del mar y va disminuyendo con la altitud
Estas oscilaciones de temperatura son las responsables de que se formen las zonas de altas y bajas presiones, o sea, zonas de aire caliente o baja presión (ciclones o borrascas) y zonas de aire frío o alta presión (anticiclones). En estas condiciones se forman los vientos, es decir, aire en movimiento desde las zonas de alta presión hacia las zonas de baja presión.
Los vientos se miden en dirección e intensidad mediante la veleta y el anemómetro, respectivamente. Según su intensidad se clasifican en débiles, moderados, fuertes, violentos y huracanados. En cuanto a su frecuencia, se clasifican en constantes, periódicos y variables.Vientos constantes
Vientos constantes son por ejemplo los alisios, que soplan y se desplazan por la parte baja de la atmósfera desde las regiones tropicales en dirección al ecuador. Los llamados alisios del Norte soplan desde el Noreste en el hemisferio boreal; y los llamados alisios del Sur soplan desde el Sureste en el hemisferio austral.Vientos periódicos
Vientos periódicos son por ejemplo los monzones, que soplan estacionalmente de forma regular en diferentes regiones del mundo, pero muy especialmente en las tropicales, causados por la diferencia de caldeamiento de las tierras continentales y los océanos en distintas estaciones del año; se distinguen los monzones de los mares de la China y océano Índico por su notable intensidad.Durante el monzón asiático de verano se forman bajas presiones en el continente; el viento sopla húmedo y cálido hacia él procedente del océano, debido al mayor caldeamiento de éste, y va acompañado de fuertes lluvias llamadas monzónicas (es la estación húmeda); por su parte, el monzón de invierno, que es seco, sopla en dirección contraria debido al mayor caldeamiento del continente, que forma altas presiones y empujan el aire hacia el océano (es la estación seca).
Vientos variables
Vientos variables son por ejemplo las típicas brisas marinas, y variados vientos locales como el cierzo (un viento de invierno y primavera del Aragón español), la tramontana (un viento de la sierra del Marao en Portugal), y otros numerosos vientos que soplan del Este u Oeste.